jueves 28 de marzo de 2024

El fascinante museo del fútbol del Pacaembú de San Pablo

Después de la derrota con Brasil no hay futbolero argentino que no sienta que la Copa América ya terminó.

Fuente: Mundo D

Pero, de hecho, no terminó. Y Mundo D sigue en a la selección en San Pablo, donde el sábado a las 16 enfrentará a Chile por el partido que definirá el tercer puesto.

 

El plantel argentino entrenará este jueves en el estadio municipal Pacaembú. Ese escenario de la inmensa San Pablo tiene uno de los museos de fútbol más valorados del país.

 

El recorrido se inicia con la historia del fútbol femenino. Es espectacular. Muestra la lucha de la mujer para obtener su espacio en el ambiente del fútbol. Luce remeras de los primeros selccionados y ofrece datos de en qué está hoy la disciplina en el país:

 

3200 atletas federadas, 10 mil mujeres vinculadas, 340 equipos en competencias. 52 equipos en competencias oficiales y profesionales. 120 futbolistas jugando en equipos extranjeros. ¡Guau!

 

Con ese recorrido ya estarían pagados los 14 reales de la entrada, pero hay más. Al segundo nivel del recorrido te lo da O Rei Pelé. Lo que hay en ese piso es igual de alucinante. Imágenes tridimensionales de leyendas del fútbol masculino: Garrincha, Ronaldo, Rivaldo, Bebeto, Roberto Carlos y glorias sesentosas, setentosas y ochentosas. ¡Y más!

(La Voz)

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Al lado, están mini cabinas de radio y TV con el relato original de periodistas de los goles que ahí se muestran. Incluso cada periodista cuenta qué fue lo magnífico de ese momento. Un relato antiguo de un gol de Garrincha te estremece. Otro relato inmenso es el del segundo gol de Uruguay el día del Maracanazo. El periodista cuenta que el defensor que marcaba a Ghiggia había sido apercibido por el entrenador antes de la Copa del Mundo por ser demasiado violento. Le pidieron que no fuera tan duro a las jugadas. Ese día los dos goles vinieron por su sector y no ¡hizo foul!

 

En otro sector, debajo de una de las tribunas, se lucen imágenes a lo cine sobre los cimientos. Se resaltan gritos de goles y cantos de hinchadas.

Lo que sigue se pone mejor. Cuadros de fotos del origen-origen del fútbol de Brasil. Y cómo costó horrores que los mestizos se metieran en el fútbol profesional.

 

Hay grandeza en todos los museos brasileros. Se bancan el Maracanazo con una altura sublime. En un corto de dos minutos, te muestran desde el lado del dolor lo que fue ese 2-1 de Uruguay. Te deja temblando. La placa final dice esto: «De la muerte, acabamos de nacer, inmensamente».

(La Voz)

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Esa frase cae tan cierta que la sala siguiente te lo muestra con una belleza sofocante. Pequeños televisores lucen la historia de los mundiales y qué pasaba mientras esos mundiales hacian historia. Salen Passarella y Maradona levantando las copas. Sale el video del Diego ridiculizando ingleses en su camino hacia el gol eterno. Sale todo lo que tiene que salir. Sale Messi en la final con Alemania en Brasil 2014.

 

El cierre del museo es a puro números: los 1282 goles de Pelé, los jugadores que hicieron 10 goles en un partido (unos tales Dario, Mascote y Caio). Y un dato asombroso: el primer registro de un partido de fútbol por torneo en Brasil data del 14 de abril de 1895.

(La Voz)

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Y hay un mimo al futbolero sudamericano: todos los elementos que son «pelota» para un picado. Desde una lata hasta una media. Y, claro, se lucen botines de todos los tiempos. Los de hoy parecen de extraterrestres. Otra frase que entra como piña y cierra el paseo del museo es esta de Telé Santana, técnico famoso de Brasil: «El crack es el que es admirado hasta por los adversarios». O sea, Messi.